La traumatología y la ortopedia son especialidades médicas que se enfocan en diagnosticar, tratar y prevenir las lesiones en el sistema músculo esquelético. Estas lesiones son más frecuentes de lo que se piensa en nuestro país. Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), las lesiones relacionadas con fracturas, esguinces y accidentes laborales representan un alto porcentaje de las incapacidades temporales y permanentes. Durante 2023 se registraron casi 201 mil accidentes que reclamaron una incapacidad temporal, estas cifras subrayan la importancia de prevenirlas y de estar preparado financieramente para enfrentarlas en caso de que ocurran.
Estas lesiones son frecuentes debido a diversos factores como la actividad laboral, la falta de actividad física regular o incluso accidentes vehiculares y caídas. A continuación, hablaremos de las lesiones más frecuentes en nuestro país, de cómo prevenirlas y de la importancia de contar con un Seguro de Gastos Médicos Mayores.
- Fracturas: son de las lesiones que más se presentan, especialmente en adultos mayores debido a enfermedades como la osteoporosis. También ocurre en personas jóvenes por accidentes de tránsito, caídas durante actividades deportivas o accidentes laborales. Pueden variar desde fracturas simples hasta lesiones complejas que requieren algún tipo de cirugía.
- Esguinces: que, aunque son comunes en deportistas y personas activas físicamente, también afectan a cualquier persona. Las principales zonas del cuerpo afectadas son las rodillas, tobillos y muñecas. Estas lesiones ocurren cuando un ligamento se estira o se desgarra debido a movimientos bruscos, caídas o torceduras. En muchos casos, la rehabilitación adecuada es clave para evitar complicaciones crónicas.
- Lesiones de menisco y ligamentos cruzados: afectan principalmente las rodillas y son frecuentes en actividades que requieren giros bruscos o movimientos de impacto, como el fútbol o el basquetbol. Las roturas del ligamento cruzado anterior (LCA) y del menisco pueden requerir cirugía reconstructiva y rehabilitación prolongada.
- Luxaciones o desplazamientos de las articulaciones: suelen ocurrir en el hombro, la cadera o los dedos debido a caídas o accidentes. Estas lesiones no solo afectan la movilidad inmediata, sino que pueden causar daño a tejidos circundantes como nervios o vasos sanguíneos.
- Hernias discales o desplazamiento de articulaciones: suelen ocurrir en el hombro, la cadera o los dedos debido a caídas o accidentes. Estas lesiones no solo afectan la movilidad inmediata, sino que pueden causar daño a tejidos circundantes como nervios o vasos sanguíneos.
- Fractura de cadera: es una lesión grave en adultos mayores, especialmente en mujeres con osteoporosis. Esta lesión suele ocurrir tras caídas y a menudo requiere cirugía de reemplazo articular, además de largos periodos de rehabilitación. Es una de las principales causas de pérdida de independencia en personas mayores.
- Tendinitis o inflamación de los tendones: común en personas que realizan movimientos repetitivos en actividades laborales o deportivas. La tendinitis puede afectar a hombros, codos, muñecas o talones. Si no se trata a tiempo, puede evolucionar a una tendinopatía crónica, limitando la funcionalidad.
- Síndrome del túnel carpiano: es una condición que afecta a las manos y muñecas debido a la compresión del nervio mediano. Es usual entre trabajadores de oficina o personas que usan computadoras durante largos periodos. Los síntomas incluyen dolor, entumecimiento y debilidad en las manos, y en casos avanzados puede requerir cirugía.
- Lesiones de rotura del manguito rotador: son muy frecuentes en personas mayores o en quienes realizan trabajos que requieren movimientos repetitivos del hombro, como carpinteros o pintores. Esta lesión afecta la movilidad del hombro y puede causar dolor intenso. En casos graves, se necesita cirugía para reparar los tendones afectados.
- Lesiones por estrés repetitivo: se desarrollan debido a movimientos repetitivos o malas posturas en actividades laborales o deportivas. Afectan músculos, tendones y articulaciones, causando dolor crónico y pérdida de funcionalidad si no se tratan de manera adecuada.
¿Cómo prevenir estas lesiones?
Prevenir lesiones músculo esqueléticas no solo mejora la calidad de vida, sino que también evita gastos médicos inesperados que pueden ser muy altos y afectar nuestras finanzas, además de tiempos de recuperación prolongados. A continuación, algunos consejos clave para mantener tu cuerpo en óptimas condiciones:
- Practica ejercicio con regularidad: para fortalecer los músculos, mejorar la flexibilidad y aumentar la estabilidad articular, reduciendo el riesgo de lesiones.
Lo ideal es tener una rutina que incorpore fuerza muscular como levantamiento de pesas o resistencia para fortalecer tendones y ligamentos, también actividades de equilibrio y estabilidad como pilates, yoga o ejercicios con una pelota de equilibrio que ayuda a mejorar la coordinación para la prevención de caídas.
No olvides los ejercicios de flexibilidad, como estiramientos dinámicos antes del ejercicio y estáticos después. Finalmente, asegúrate de incluir un calentamiento de 5 a 10 minutos antes de cualquier actividad física y un enfriamiento posterior.
- Usa el equipo de protección adecuado: esto minimiza el impacto de golpes o movimientos bruscos que podrían dañar huesos, músculos o ligamentos. Por ejemplo, usar cascos, protectores, bucales, espinilleras para evitar lesiones traumáticas si practicas un deporte de contacto o si montas bicicleta, asegúrate de que el casco esté bien ajustado y que las luces sean visibles.
- Mantén un peso saludable: es importante para no ejercer una carga adicional sobre articulaciones, especialmente en las rodillas, caderas y columna, aumentando el riesgo de desgaste articular y lesiones crónicas como la osteoartritis.
Para esto, se sugiere visitar a un nutriólogo o profesional de la salud y llevar una dieta balanceada, rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables para cuidar la salud de tus músculos y huesos.
- Atiende de manera temprana lesiones menores: estas pueden convertirse en una lesión grave que requiera un tratamiento más costoso o invasivo. Si hay un dolor persistente, hinchazón o rigidez, es una señal de alerta que indica un posible daño que hay que consultar con un profesional de la salud. Sigue las recomendaciones del especialista y evita volver a tu actividad habitual antes de tiempo para prevenir recaídas.
- Duerme entre 7 y 9 horas cada noche: para favorecer la recuperación muscular. Durante el sueño, el cuerpo repara tejidos y recupera energía, lo que es crucial para prevenir lesiones y mejorar el rendimiento físico. Para esto, invertir en un colchón y almohadas que ofrezcan soporte adecuado para tu espalda y cuello es ideal.
A pesar de las medidas preventivas, nadie está exento de sufrir una lesión. Las fracturas o cirugías ortopédicas pueden generar gastos inesperados que afecten tu economía. Un Seguro de Gastos Médicos Mayores es una herramienta esencial para protegerte a ti y a tu familia. Algunos de sus beneficios son:
- Cobertura amplia: Desde consultas especializadas, hasta cirugías y terapias de rehabilitación.
- Asistencia financiera: Reduce el impacto económico de tratamientos costosos.
- Acceso a especialistas: Garantiza atención de alta calidad en hospitales reconocidos.
Mantén un estilo de vida activo, adopta medidas preventivas y prioriza tu bienestar. Más importante aún, protege tu economía con un Seguro de Gastos Médicos Mayores para que, en caso de imprevistos, puedas centrarte en tu recuperación sin preocupaciones financieras. Recuerda, prevenir es vivir, pero estar protegido te da tranquilidad.