Cada dos minutos, en algún lugar de nuestro país, una persona es diagnosticada con diabetes. No es ficción, es la realidad.
Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, una fecha creada para visibilizar una enfermedad que, aunque puede prevenirse o controlarse, sigue cobrando millones de vidas cada año. Este día nos recuerda la importancia de la detección temprana, de los hábitos saludables y, sobre todo, del poder que tenemos para cambiar nuestra historia de salud antes de que sea demasiado tarde.
En México hay aproximadamente 14.5 millones de adultos viviendo con diabetes, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT)
En México, la diabetes es una de las principales causas de muerte y discapacidad, pero también una de las más invisibles: muchas personas viven con ella sin saberlo. La efeméride nos invita a hacer una pausa, mirar nuestros hábitos y asumir el compromiso de cuidar nuestro cuerpo con conciencia e información.
La diabetes no es solo un diagnóstico, es un trastorno metabólico que se caracteriza por tener niveles elevados de glucosa en la sangre. Esto ocurre porque el páncreas no produce suficiente insulina –la llave que permite a la glucosa entrar en las células para convertirse en energía– o porque el cuerpo no utiliza eficazmente la insulina que produce.
Pero hay un dato más inquietante: solo 1 de cada 3 mexicanos sabe que la tiene. Estas cifras son señales de alarma que nos indican que debemos cambiar nuestra relación con la salud, la comida y nuestro cuerpo.
Solo 1 de cada 3 mexicanos sabe que tiene diabetes.
La diabetes es un enemigo silencioso que puede desarrollarse durante años sin mostrar síntomas claros. Mientras tanto, va afectando vasos sanguíneos, nervios y órganos vitales. Cuando los signos aparecen, el daño a menudo ya es irreversible.
Las complicaciones de la diabetes son reales y pueden ser graves. Entre las más comunes se encuentran los problemas cardiovasculares, como infartos y derrames cerebrales; el daño renal que, en casos avanzados, puede requerir diálisis; la pérdida de visión ocasionada por la retinopatía diabética, y las amputaciones de miembros inferiores derivadas de un mal control de la enfermedad.
La detección temprana es un escudo muy poderoso
“Pero si me siento bien…” Esta es, quizás, la frase más peligrosa cuando hablamos de diabetes. La realidad es que la enfermedad puede avanzar en silencio durante años, sin mostrar síntomas evidentes. Un simple examen de glucosa en ayunas puede ser la diferencia entre una vida saludable y un diagnóstico tardío.
¿Cuándo deberías checarte?
Si cumples con alguna de estas condiciones, es momento de agendar tu cita con el médico y realizarte estudios:
- Tienes sobrepeso u obesidad.
- Tienes familiares directos con diabetes.
- Tienes más de 35 años.
- Llevas una vida sedentaria.
- Sufres de presión arterial alta.
Los estudios son rápidos, sencillos y pueden salvarte la vida. No esperes a tener sed excesiva, visión borrosa o cansancio extremo.
La alimentación es la medicina diaria
En México, nuestra relación con la comida es apasionada. Amamos los tacos, los tamales y el pozole, pero también debemos aprender a disfrutarlos con inteligencia. No se trata de renunciar a lo que nos gusta, sino de transformar la forma en que comemos. Por esta razón, es importante tener hábitos que marquen la diferencia:
- Intercambia lo blanco por lo integral: elige pan y arroz integrales.
- Llena tu plato de color: las verduras y frutas deben ocupar al menos la mitad.
- Evita los azúcares ocultos: los refrescos, jugos embotellados y salsas no son un aliado.
- Come como reloj: tres comidas principales y dos colaciones ayudan a mantener estable tu glucosa.
Actívate: el movimiento que salva vidas.
El ejercicio tiene grandes beneficios. Cuando te mueves, tus músculos usan la glucosa como combustible natural y tu cuerpo se fortalece. Por eso, es importante que incluyas la actividad física en tus tareas semanales.
- Caminar 30 minutos al día: puede cambiar tu vida.
- Bailar: pon tu música favorita y disfruta.
- Subir escaleras: olvida el elevador.
- Hacer deporte: natación, básquetbol o cualquier actividad que te haga feliz.
Moverte no solo mejora tu salud física, también tu ánimo y energía.
El chequeo médico para guiar tu salud
La diabetes es un recordatorio crudo de que nuestra salud es el reflejo de nuestras decisiones diarias. Detectar a tiempo esta condición es un acto de valentía. Adoptar una alimentación balanceada y mantenerse activo son expresiones de amor propio.
Con información, acción y constancia, la diabetes se puede prevenir o controlar.
Tener diabetes no es el fin del mundo, pero ignorarla sí puede serlo. El control médico constante es tu brújula para mantenerte en el camino correcto. Tu equipo de salud ideal debería incluir:
- Un médico general, para resolver tus dudas del día a día.
- Un nutriólogo, para diseñar tu plan de alimentación.
- Un oftalmólogo, para revisar tu vista una vez al año.
Las estadísticas son claras: México enfrenta una emergencia de salud por diabetes. Pero cada persona puede escribir una historia distinta. Con información, acción y constancia, la diabetes se puede prevenir o controlar.
En este Día Mundial de la Diabetes, haz de la prevención tu mejor herramienta.
Programa tu chequeo anual, camina 30 minutos o comparte esta información con alguien que quieres. Nuestra salud no es cuestión de suerte: es el resultado de las decisiones que tomamos cada día.