Para muchas personas la maternidad es un sueño hecho realidad, una etapa llena de ilusión y esperanza. Sin embargo, para que este viaje sea memorable y el amor más grande... y la tristeza más silenciosa. positivo, es fundamental estar bien informada y preparada tanto física como emocionalmente.
El bienestar materno es clave para un futuro saludable, y este año, en el Día Mundial de la Salud, la OMS nos invita a reflexionar sobre la importancia de los comienzos saludables para futuros esperanzadores. En este contexto, la salud mental y emocional de la madre juega un papel fundamental, ya que garantizar su calidad de vida no solo la beneficia a ella, sino a sus bebés.
La transición de la maternidad puede ser un desafío emocional, y para algunas madres, puede traer consigo una lucha silenciosa: la depresión posparto.
¿Qué es la depresión posparto?
Es una condición que puede afectar a muchas mujeres en los meses posteriores al nacimiento y, si no se aborda, genera un impacto en su bienestar y en el vínculo con el recién nacido. Inicia tras el nacimiento y puede durar hasta un año. Se caracteriza por sentimientos de tristeza, ansiedad, irritabilidad y agotamiento extremo que dificultan el cuidado del bebé y la adaptación a la nueva rutina.
Según la OPS, 56% de las mujeres latinas en México y EU la experimentan, mientras que el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, señala que 2 de cada 10 mujeres desarrollan depresión durante el embarazo y hasta el primer año tras el parto.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión posparto?
De acuerdo con el Fondo de la Naciones Unidas (Unicef), estos son los síntomas:
- Sentirse triste o en baja forma
- Ser incapaz de disfrutar de las cosas con las que normalmente se disfruta
- Cansancio o pérdida de energía
- Déficit de concentración o escasa capacidad de atención
- Baja autoestima y falta de confianza en una misma
- Alteraciones del sueño, incluso cuando el bebé está dormido
- Cambios en el apetito
Los síntomas de la depresión posparto pueden incluir dificultad para conectar con el bebé o la pareja, e incluso pensamientos de autolesión o daño al bebé. Pedir apoyo es un acto de amor propio y un paso clave para recuperar el bienestar.
Pequeños pero importantes pasos, ¿qué pueden hacer las mamás?
- Compartir los sentimientos con familiares, amigos o profesionales de la salud ayuda a aliviar la carga emocional.
- Priorizar su salud física, dormir lo suficiente, mantener una buena alimentación y realizar actividades.
- Contar con personas de confianza para recibir ayuda en el cuidado del bebé y en las tareas diarias reduce el estrés.
- Aceptar el proceso, la maternidad es una experiencia única para cada mujer, y es válido sentirse vulnerable.
¿Cómo brindar ayuda?
El apoyo del entorno cercano es clave para que la madre pueda afrontar la depresión posparto de manera efectiva. Algunas formas en las que la pareja y los familiares pueden brindar apoyo son:
- Escuchar sin juzgar, permite que la madre exprese sus sentimientos sin minimizar su experiencia, ni ofrecer soluciones apresuradas.
- Motiva y acompaña a la madre a consultas o sesiones de manea que sea menos abrumador.
- Comparte responsabilidades del hogar el cuidado del bebé o la preparación de comidas para aliviar la carga.
- Fomentar su autocuidado, ayudarle a tomar descansos, alimentarse bien y realizar actividades que la relajen.
- Estar atentos a síntomas persistentes de desesperanza, aislamiento o pensamientos negativos y buscar ayuda profesional de inmediato.
Comienzos saludables y futuros esperanzadores
Si conoces a alguien en esta situación, recuérdale que no está sola y que hay caminos para sanar. Juntos, podemos crear un entorno más comprensivo, comienzos saludables, futuros esperanzadores y amorosos para todas las madres y sus bebés.
Si necesitas información, visita Atención Internacional PostPartum o fundaciones como Red Materno Infantil.