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Cuidar tus pulmones es cuidar tu futuro: lo que nadie te dice sobre el cáncer de pulmón

Cuidar tus pulmones

El cáncer de pulmón sigue siendo una de las principales causas de muerte en México, pero aún persiste un mito que puede costar vidas: creer que solo afecta a las personas fumadoras.

El estigma del fumador

Cada 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Pulmón, una fecha que busca visibilizar una enfermedad que, pese a ser una de las más letales, sigue rodeada de mitos, estigmas y una preocupante falta de información. Este día nos invita a mirar más allá del tabaco, a hablar de prevención, detección oportuna y del cuidado integral de nuestros pulmones —porque cuidar de ellos es, en realidad, cuidar de nuestra vida.

“85% de los casos de cáncer de pulmón está asociado al tabaquismo”

Es una realidad que cuando pensamos en cáncer de pulmón, muchas veces lo asociamos de inmediato con el hábito de fumar. Pero esa idea, aunque es parcialmente cierta, es solo una parte de la historia.

Más allá del tabaquismo, existen diversos factores de riesgo que suelen ser menos visibles, pero cuya detección oportuna representa una gran oportunidad para la prevención, el diagnóstico temprano y el cuidado integral.

El estigma del fumador

Es indiscutible que fumar es un factor clave en el desarrollo del cáncer de pulmón. Sin embargo, no todas las personas que desarrollan esta enfermedad lo han hecho. Según datos de Takeda México, hasta un 25% de los pacientes con cáncer de pulmón no son fumadores.

Este dato revela un panorama más amplio: pensar que solo los consumidores están en riesgo, subestima factores peligrosos y estigmatiza a quienes no han fumado, pero, aun así, enfrentan esta enfermedad. Además, la percepción común en México está cambiando. Especialistas indican que cada vez más personas no fumadoras son diagnosticadas con cáncer de pulmón y, en algunos casos, en edades más jóvenes (entre 30 y 45 años).

Otros factores de riesgo, más allá del cigarrillo

Para cuidar nuestros pulmones, es fundamental reconocer que el riesgo no solo viene del cigarrillo. Otros factores críticos están presentes en las siguientes situaciones:

  • Contaminación ambiental: Vivir en una ciudad con altos niveles de contaminantes no es algo menor. El humo, los gases de escape, las partículas finas pueden dañar las células pulmonares y favorecer mutaciones.
  • Exposición laboral: Sustancias como asbesto, cadmio, silicio, arsénico, incluso el radón en ciertos entornos, han sido vinculadas con un mayor riesgo de cáncer de pulmón.
  • Radón: Este gas radiactivo, que puede acumularse en interiores, ha demostrado una relación con muertes por cáncer de pulmón en México.
  • Predisposición genética: No podemos olvidar que la herencia importa. Tener un familiar cercano con cáncer de pulmón puede aumentar la probabilidad de desarrollarlo, incluso sin exposición directa al tabaco.

Todos estos riesgos menos evidentes contribuyen significativamente al problema. En México, por ejemplo, se estima que una proporción de los casos de cáncer pulmonar en no fumadoras se debe a la exposición al humo de leña.

El oncólogo Jorge Alatorre explicó que, si bien el 85% de los casos de cáncer de pulmón está asociado al tabaquismo, el porcentaje restante —alrededor del 15%— corresponde a pacientes que nunca fumaron.

La detección temprana: el factor que puede cambiarlo todo

Detectar el cáncer de pulmón en etapa inicial puede marcar una diferencia. Cuando esta enfermedad se diagnostica a tiempo, la tasa de curación puede alcanzar del 80% al 90%, pero la mayoría de los diagnósticos llegan demasiado tarde, cuando los síntomas ya son severos o los tratamientos menos efectivos. Eso nos obliga a repensar cómo invertimos en salud pública: no basta con tratar, también hay que prevenir, monitorear, y educar.

Por eso, es importante generar conciencia para proteger tu salud, la de tus seres queridos y a tu comunidad, esto significa:

  • Informarte: conocer los riesgos más allá del cigarro, como la contaminación o la exposición en el trabajo.
  • Evaluar tu entorno: si vives en una zona con alto tráfico, industrias, o utilizas leña en casa, considera medidas para reducir tu exposición.
  • Hablar con tu médico: si tienes antecedentes familiares, vives en un área contaminada o has estado expuesto a sustancias peligrosas, pide que evalúen tus pulmones. No esperes síntomas.
  • Abogar por la prevención: apoyar políticas de aire limpio, controles ambientales, regulaciones en el trabajo, puede marcar la diferencia para todos.

Cuidar tus pulmones es cuidar tu futuro: la prevención empieza con la información

Cuidar tus pulmones no es solo una cuestión de dejar de fumar (aunque eso también importa). Es reconocer que el riesgo se debe a diferentes factores como el ambiente, el trabajo y la genética.

La detección temprana es nuestro mejor escudo, y está en nuestras manos exigir que se fortalezca con más campañas, mejores programas de prevención y mayor conciencia pública.

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