¿Piensas que comer saludable siempre es caro? La realidad es que con pequeños cambios puedes cuidar tu salud y tu bolsillo al mismo tiempo.
Planea antes de comprar
El primer paso para ahorrar es tener claro qué necesitas. Haz una lista semanal de tus comidas y anota los ingredientes que realmente usarás. Esto evita compras impulsivas y desperdicio de alimentos. Una buena planificación puede ahorrarte tiempo y dinero.
“Comer de forma nutritiva no tiene por qué estar peleado con un presupuesto ajustado: la clave está en organizar, planear y elegir con inteligencia.”
Si no tienes muchas ideas sobre qué preparar, muchas marcas de alimentos cuentan con sus propios recetarios en sus páginas web. También el Gobierno de México ofrece recetas y contenido de valor para una buena alimentación dependiendo de la región en que te encuentres.
Elige alimentos de temporada
Las frutas y verduras de temporada no solo son más frescas, sino también suelen ser más económicas. Además, aprovechar lo que ofrece cada estación te permitirá variar tu dieta y descubrir nuevas recetas.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) comparte su guía sobre cómo elegir verduras y frutas por temporada, valor nutricional y beneficios.
Reduce los ultraprocesados
Los productos ultraprocesados suelen ser más rápidos de preparar, pero son más caros y menos nutritivos. De acuerdo al Gobierno de México, estos alimentos han sufrido alteraciones industriales y suelen contener altos niveles de sodio, azúcares añadidos y grasas no saludables.
Cocinar en casa y preferir ingredientes naturales no solo es mejor para tu cuerpo, también para tu bolsillo.
Organiza tu refrigerador y despensa
Un truco sencillo es colocar al frente los alimentos que están por caducar. Esto te ayudará a evitar desperdicios y a sacar el máximo provecho de cada compra.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura comparte 15 consejos breves para reducir los desperdicios.
Aprovecha promociones con inteligencia
Comprar en ofertas puede ser útil, siempre y cuando se trate de productos que realmente consumes y que puedes almacenar sin que se echen a perder. Evita caer en promociones que solo aumentan tus gastos sin necesidad.
Haz de la hidratación un hábito económico
Las bebidas azucaradas pueden contener diversos tipos de azúcares añadidos, las cuales pueden tener repercusiones negativas en la salud. El agua natural es la mejor aliada para tu salud y tu economía.
Mantener una alimentación balanceada no tiene que ser complicado ni costoso. Se trata de organizar, elegir con inteligencia y dar preferencia a los alimentos que nutren y rinden más. Al cuidar lo que consumes, no solo estás protegiendo tu salud, también estás creando un hábito financiero saludable al evitar gastos innecesarios.
Porque comer bien, gastar menos y vivir mejor, sí es posible.