Dejar un hábito no siempre es fácil, y está bien si no lo consigues a la primera. Lo importante es seguir intentándolo, porque a largo plazo no solo tu salud lo agradecerá, también tu bolsillo.
Aunque muchas personas ven el vape como una alternativa “más ligera” al cigarro, lo cierto es que también conlleva riesgos que pueden afectar a tu cuerpo, tu mente y tu bienestar a largo plazo. De acuerdo con el Gobierno de México, los vapeadores como sistemas electrónicos de administración de nicotina que contienen aditivos, sabores y productos químicos son tóxicos para la salud de las personas.
A través de un análisis cromatográfico, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) detectó 30 sustancias químicas dañinas en los vapeadores. Estos componentes no se mencionan en el etiquetado de vapeadores, que solo reportan la presencia de glicerina, propilenglicol y saborizantes.
Si estás pensando en dejarlo, aquí te contamos por qué es una excelente decisión:
Mejoras tu salud
Dejar el vape no solo mejora tu respiración desde los primeros días, también ayuda a que tus pulmones se recuperen y tu corazón trabaje con menos esfuerzo. Si buscas sentirte con más energía y cuidar tu salud a largo plazo, dejar el vape es un gran primer paso.
Más energía y mejor estado físico
¿Te has sentido cansado sin razón aparente? Vapear puede reducir tus niveles de oxígeno y afectar tu rendimiento físico. Al dejarlo, tendrás más energía, te sentirás menos agotado e incluso podrás notar que duermes mejor y te despiertas más renovado.
Mejoras tu salud mental
Aunque al principio parece que el vapeo “ayuda a calmarse”, lo cierto es que la nicotina genera dependencia y puede alterar tus niveles de ansiedad. Al principio, puedes sentir incomodidad temporal, pero con el tiempo tus emociones se regularán mejor. Aprender a manejar el estrés de forma natural fortalece tu autoestima y mejora tu bienestar emocional.
Proteges a quienes te rodean
Aunque el vapor del cigarro electrónico parece inofensivo, también contiene sustancias tóxicas. Cuando decides dejarlo, estás cuidando a quienes te rodean: tus amigos, tu pareja, tu familia o incluso tus mascotas. Es una muestra de respeto hacia ti y hacia los demás.
Ahorro económico
¿Has hecho cuentas de cuánto gastas al mes en vapeadores, recargas o líquidos? Puede parecer poco si lo ves por unidad, pero a lo largo de los meses representa una suma considerable. Renunciar al hábito, no solo estás invirtiendo en tu salud, también estás ahorrando dinero que podrías usar en algo que realmente disfrutes o necesites como: ahorrar para un viaje o empezar un fondo de ahorro.
Menos gastos médicos a largo plazo
El vape puede causar afecciones respiratorias, irritación en garganta o incluso enfermedades como cáncer. Evitar estas complicaciones también reduce visitas al médico, estudios, medicamentos o tratamientos.
Evitas compras impulsivas
Muchos usuarios compran líquidos de sabores, nuevos dispositivos o accesorios “por moda” o impulso. Reducir su consumo, disminuyen las compras no planeadas, liberando tu presupuesto para cosas más útiles o importantes.
“Dejar un hábito no siempre es fácil, y está bien si no lo consigues a la primera.”
Dejar un hábito no siempre es fácil, y está bien si no lo logras a la primera. Lo importante es tener claro por qué lo haces, apoyarte en personas que te entiendan y buscar herramientas que te funcionen. Cada intento cuenta, cada paso te acerca más a tu objetivo.
No importa cuándo empieces: lo importante es que ya estás considerando hacerlo. Y eso, ya es un gran comienzo.
“Cada intento cuenta, cada paso te acerca más a tu objetivo.”