1. Orientan en la construcción del patrimonio. Contar con la protección adecuada de sus bienes concede una gran sensación de seguridad a las personas. Se sienten mejor y les va mejor. Un asesor construye riqueza.
2. Los asesores de seguros transforman vidas. Enfocan hacia el futuro, encaminan sueños, ven cómo las metas de sus asegurados van haciéndose realidad. La gente tiene una mejor calidad de vida cuando cuenta con la protección adecuada para sí misma y su familia, y vive con tranquilidad cuando sabe que sus proyectos cuentan con el respaldo de un seguro.
3. Ser asesor de seguros saca lo mejor de ti. El reto de la atracción y servicio al cliente, la especialización, la capacitación constante y la necesidad de ser organizado y sistemático se conjugan para pulir tu imagen profesional y ser mejor cada día.
4. Servir con excelencia es la clave. La tarea del asesor de seguros es enteramente de atención al otro: lo que requiera para fortalecer su patrimonio, considerar las áreas de oportunidad para fortalecerse. Hacer y lograr todo lo anterior implica servicio en su más grande expresión.
5. El asesor conecta con la gente. El vendedor solo quiere colocar un producto. En los últimos años la carrera de Asesoría en Seguros se ha vuelto más semejante a una consultoría que a una venta. El valor agregado es, cada vez más extenso y se refiere a la capacidad del asesor de detectar las necesidades más estratégicas del cliente y diseñar para él un plan de protección.